No llegaste aquí por casualidad.
Hay un propósito detrás de cada paso y cada click.
Dentro de ti hay una semilla de grandeza que sigue viva, aunque el ruido del mundo intente apagarla.
Cree un poco más. Sueña un poco más. Atrévete un poco más.
Dios tiene planes mayores de los que imaginas.
Que este momento sea una chispa:
para pensar distinto, actuar con fe y avanzar con propósito.
Respira. Sonríe. El mejor capítulo de tu vida aún no ha comenzado.